La instalación de una alarma para nuestro hogar es un factor que puede ayudar a mejorar la seguridad de nuestra casa. Por ello, muchas personas colocan diferentes elementos de seguridad, para disuadir a los criminales.
No obstante, no todas las opciones son válidas. Una de las apuestas que están surgiendo es el de las alarmas caseras. En este artículo te vamos a mostrar por qué no es buena elección ¡Comenzamos!
Errores humanos por falta de profesionalidad
Uno de los principales inconvenientes es que la alarma casera se puede activar sin motivo alguno, debido a una mala configuración previa.
Al no ser profesionales, es bastante común cometer algún fallo con la configuración. El movimiento normal, como podría ser el de una mascota, o la apertura inesperada de puertas y ventanas, podría hacer saltar la alarma si no está bien ajustada.
Y también puede ocurrir lo contrario, que la alarma no suene cuando toca, debido a la incorrecta conexión de los detectores. Por todo esto, lo mejor es dejar la instalación a los profesionales del área.
Incompatibilidad con la instalación de otros elementos de seguridad
Cuando uno instala una alarma en el hogar, lo normal es complementarla con otros elementos de seguridad, como cámaras o detectores de movimiento. No obstante, estos productos pueden dar fallos si no se colocan en las zonas correctas.
Por ejemplo, en caso de que una cámara esté cerca de un detector de movimiento, podrían aparecer interferencias electromagnéticas que limiten el funcionamiento correcto de ambos artículos. De esta forma, nuestra inversión en seguridad sería inútil.
Aunque la mera instalación de objetos de seguridad puede ahuyentar a ciertos ladrones, hay que tener en cuenta que hay otros intrusos que tienen más conocimiento sobre las instalaciones de seguridad, por lo que tienen la capacidad de saber las lagunas que puedan aparecer en nuestra instalación.
Por ello, siempre recomendamos que sea un profesional es que realice dicha instalación.
Mala calidad de los materiales
Lo más común a la hora de elegir una alarma casera más barata es que esta tenga una vida útil más corta respecto a las profesionales.
Además, otro factor a tener a tener en cuenta es el funcionamiento de la batería. Las baterías de las alarmas caseras suelen tener una vida útil muy corta, además de que suelen fallar bastante. Este es otro punto que aumenta la inseguridad de la instalación, ya que puede la instalación en cuestión lleve tiempo sin funcionar, mientras nosotros no somos conscientes de ello.
Falta de conexión con los cuerpos de seguridad
Una alarma con un sistema de seguridad especializado tiene conexión con la policía o con una central receptora de alarmas. De esta forma, ante una situación de peligro, se puede dar un aviso instantáneo, de forma que se garantice la seguridad del espacio en cuestión lo más rápido posible.
Por el contrario, una alarma casera no cuenta con este atributo. En este caso, será la propia persona quien dé el aviso a las fuerzas de seguridad, por lo que los tiempos son más lentos, y puede que insuficientes para solucionar ese peligro.
Como has podido ver, la instalación de una alarma casera conlleva una serie de riesgos que no compensan los posibles beneficios. Es necesario el contacto con profesionales del sector de la seguridad.
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